Cómo mejorar la convivencia en el aula: trucos para el profesorado.

¡Hola compañero/a! Hoy traemos una entrada al blog sobre convivencia escolar y algunos truquillos que pueden ayudarnos a enfrentarnos a esos conflictos que nos pueden surgir durante nuestra práctica profesional. Esperamos que te guste y sobre todo, que sea de gran utilidad. Nos vemos al final de la entrada con algunos recursos para seguir aprendiendo y curioseando sobre esto. ¡A por ello!




Una convivencia positiva es algo que debería impregnar el día a día en una clase ya que representa el lugar donde más tiempo pasa nuestro alumnado. El aula debería ser un espacio en el que se fomente y se promuevan las relaciones positivas, asertivas, de confianza y de cuidado. Por ello, que el profesorado tenga conocimiento sobre técnicas y/o herramientas para mejorar el clima del grupo-clase es fundamental.
Y con esa finalidad se escribe esta entrada al blog. En este espacio se presentan varios recursos didácticos muy útiles para gestionar la convivencia entre alumnado de secundaria.
Es importante recordar el rol que ejerce un profesor o una profesora como referente ante su grupo de alumnos y alumnas. Si facilita un clima positivo en el aula es más probable que genere un ambiente óptimo para el aprendizaje. Alguna de las habilidades que ayudan, y mucho, a originar una mejora en la convivencia serán, entre otras: la práctica de la escucha activa, el diálogo, la comunicación asertiva, la empatía, la resiliencia y, no por último menos importante, la resolución pacífica de conflictos.

Si nos centramos en trucos para la mejora de la convivencia en el aula, se incidirá en la importancia de:
  1. Establecer unas normas de convivencia claras, concretas, realizables, consensuadas, ajustadas y formuladas en positivo. Podrán ser replanteadas, así como evaluadas periódicamente con la colaboración tanto del profesorado como del alumnado implicado.
  2. La prevención. Es decir, educar en habilidades y herramientas que permitan, al llegar a un conflicto, saber reconocerlo y abordarlo de forma positiva. Para ello, será importante conocer qué es un conflicto ¿algo negativo o una oportunidad para el cambio en la relación?, saber detectar las necesidades de las otras personas, entre otras. Esto es algo que se puede trabajar con dinámicas de grupo en torno a la comunicación, autoestima y la inteligencia tanto interpersonal como intrapersonal, así como la emocional.
  3. Vivir situaciones en las que se deban tomar decisiones, poniendo en juego los valores, principios y necesidades. Los dilemas morales son una buena herramienta para ello.
  4. Detectar problemas de convivencia. Esto es algo muy importante que debe adquirir el profesorado. Hay conflictos que deben ser resueltos fuera del aula y con profesionales formados en gestión de conflictos De esta forma, un/a docente que sepa detectar conflictos, podrá animar a su estudiante a hablar con los responsables de la mediación en el centro.

Y si nos centramos en aquellas pautas que ayudarán cuando surja un conflicto en el aula, resaltaremos:
  • No mostrar en ningún caso irritación, sino actuar y hablar con calma, firmeza y de forma clara, a ser posible con tono bajo.
  • No reaccionar con una respuesta agresiva, dando por terminado el incidente lo antes posible, retomando el trabajo de clase, y fijando un momento de encuentro a solas con el alumno/a.
  • Establecer relaciones de confianza, y de expectativas positivas (“tú puedes”) respecto al alumno/a, provocando su autoestima hablándole con aprecio, buscando su colaboración y ayuda en nuestro trabajo con la clase.

En el caso de que se pruduzca una confrontación:
  • Intentar mantener un tono de voz medio, los brazos pegados al cuerpo, una postura relajada y no señalar con el dedo. A veces es mejor utilizar “el silencio” en un primer momento, y aplazar el diálogo hasta el final de la clase.
  • En ningún caso discutir a gritos.
  • Evitar en lo posible el castigo colectivo de una clase o un grupo.
  • Si hay que expulsar, hablar posteriormente con el alumno/a y buscar unas condiciones concretas y posibles para su vuelta a clase

Recuerda que los mensajes positivos de ánimo, de aprecio, y de colaboración consiguen siempre más que los contrarios, tanto si nos dirigimos a un alumno/a como hacia toda la clase.

Así que ya sabes, a promover una convivencia positiva en nuestras clases. Inculquemos a nuestros jóvenes valores como los arriba citados, pero no sin antes aplicárnoslos a nosotros y a nosotras mismas, que hay que predicar con el ejemplo.

Por último, y para cerrar el capítulo, dejo por aquí algunos recursos en red muy interesantes:
  • Libro Stop conflictos”. En él se analiza la disciplina en Secundaria, causas, estrategias y técnicas para combatir la indisciplina, selección de los problemas de conducta más habituales y propuestas de intervención ante ellos con anexos referidos a habilidades sociales, registro de tareas: Tarjeta de control de contingencias, evaluación del clima del grupo- clase, contratos de conducta, el método del caso, refuerzos, la técnica del debate, cómo analizar un conflicto y hoja de registro.
  • Documento “Estrategias para la mejora de la gestión de aula”. En él dan propuestas para conseguir un mayor control sobre la gestión del aula, cómo motivar a los que no quieren, cómo crear un clima positivo, cómo conseguir la colaboración de todos los implicados, etc.

Nos vemos!

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